miércoles, 17 de agosto de 2016

Especies en Extinción: El hombre que destruye cadenas


   Como se podemos observar posible encontrar un factor común en las distintas causas de amenazas y/o extinciones de especies. Si bien sabemos de que hay veces en que ciertas poblaciones de especies desaparecen debido a causas naturales, como catástrofes climáticas por ejemplo, notamos como es más frecuente encontrarnos con hechos no naturales que pone a las especies en riesgo de extinguirse, las cuales son causados por un factor común: el hombre.
   Es impresionante, cómo el comercio y el poder nos a priorizar su confort, ante el cuidado de las especies que abundan el planeta ignorando cómo nuestros actos afectan directamente y en gran medida al ecosistema. Un simple cambio, ya sea el traslado de una nueva especie, el consumo desmedido de algunas o incluso la optimización de otras lleva a generar un gran desequilibrio que irrumpe a una cadena fundamental, más bien vital, para el correcto balance del ecosistema: la cadena alimenticia, la cual está increíblemente y casi fríamente calculada para que el balance entre especies se mantenga constante a lo largo de los años, y aunque sabemos que no debería ser alterada bajo ningún punto de vista la intervención del hombre fomenta a la desaparición de las especies generando un caos en la red trófica.
   De todas maneras, hay algunos casos en los que la mano del hombre puede favorecer a algunas especies, como en el moderado esquilado de ovejas en épocas calurosas, allí ambos, tanto el hombre que obtiene las pieles para las épocas frías, como la oveja que se despoja de semejante cobertura se ven beneficiados. También es el caso de las vacas, las cuales si son ordeñadas pausada y correctamente benefician al animal y al consumidor, que sería el hombre. Sin embargo sabemos que lamentablemente estos procesos son cumplidos como deberían ser en muy pocos lugares, ya que en otros, el abuso y sobreproducción está causando la muerte de una excesiva cantidad de especies ganaderas.
   Por otro lado, podemos hablar también de la deforestación, uno de los más grandes problemas que está causando el hombre. No solo está dañando la capa de ozono, sino que también destruye el hogar de muchísimas especies, incluso genera cambios climáticos, como en los vientos e incluso en el impacto de las precipitaciones, y generando así también un grave deterioro del suelo. Si, todo esto por simplemente talar árboles.
   No solo la destrucción de los hábitats es causante de la extinción de especies, su modificación también lo es. La convivencia entre las especies vegetales y las animales, las cuales dependen en su mayoría una de otra, es de gran importancia para lograr un balance ecológico. Ya sea por razones estéticas o económicas, desde el comienzo de las migraciones el hombre llevó con sigo especies de animales o vegetales de un lado a otro. La introducción de especies exóticas puede causar un cambio del ecosistema (como fue el caso en donde la introducción de castores a Tierra del Fuego acabó con gran parte de los bosques), o bien la extinción de especies autóctonas ya que se les aparecen nuevas competencias.
   Por último debemos mencionar, que el cuidado del medio ambiente es fundamental para evitar la extinción de especies. La desmedida contaminación que genera el hombre en su dia a dia, arrojando basura, eliminando gases contaminantes, contaminando los ríos superficiales y subterráneos está dañando al ecosistema causando cambios climáticos, destrucción de hábitats, extinción de especies, y afectando a nuestra propia salud.
   Para concluir es necesario destacar la necesidad de cambiar nuestros actos para poder así disminuir estos daños que estamos causando y poder ayudar a evitar la extinción de más especies y para nuestro bien. Porque un ecosistema no son solo animales y plantas, un ecosistema consiste en poblaciones de animales, plantas y humanos logrando convivir en balance y armonía. Nosotros necesitamos de cada especie para poder sobrevivir, pero ellas necesitan de nosotros también.






Trabajo hecho junto a Valentina F. Mato